Me
llama la atención la respuesta que da Jesús a los Apóstoles cuando toma la
decisión de ir a Jerusalén a visitar a su amigo Lázaro gravemente enfermo, a
pesar de que quisieron apedrearle la última vez que estuvo allí. Les dice:
"Si uno anda de día, no tropieza porque ve la luz de este mundo, pero si
anda de noche tropieza porque la luz no está en él” (Jn 11, 9-10).
Caminar
bajo la luz de este mundo es relativamente seguro; basta con estar atentos para
no tropezar. Pero ¿Cómo caminar en la noche?
La
cuestión es que el Camino de la Vida también se hace de noche y solo si es que
tenemos dentro la luz… perdón, la Luz, es decir, al mismo Jesús, Palabra que
ilumina a todo hombre (Jn 1, 9) podremos avanzar incluso en nuestras
noches a veces tan cerradas.
Caminamos confiados en Jesús, nuestro Buen
Pastor "experto" en abrirse camino desde lo más profundo de las
tinieblas hacia la Luz Eterna. Lo hizo en el Calvario, y lo sigue haciendo con
todo aquel que se pone en sus manos.
P.
Antonio Pavía
https://comunidadmariama.blogspot.com/
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