Campaña de Manos
Unidas.
Mons. José
Mazuelos Pérez, Obispo de Asidonia-Jerez: A los sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas, seminaristas y a
todos los fieles,
Damos inicio al
segundo año de un trienio dedicado a la lucha contra el hambre y a reforzar el
derecho a la alimentación de los más vulnerables del planeta. Durante este año,
llevaremos a cabo la Campaña LVIII bajo el lema «EL MUNDO NO NECESITA MÁS
COMIDA; NECESITA MÁS GENTE COMPROMETIDA.»
En el mundo
tenemos suficiente comida para todos. El hambre no es fruto de falta de
alimentos sino del mal uso de los recursos, de los modelos económicos basados
en el mayor beneficio y un estilo de vida cimentado en el consumo. Es esto lo
que señalaba Francisco en su carta dirigida al presidente de la FAO donde
afirmaba: «El reto del hambre y de la malnutrición no tiene sólo una dimensión
económica o científica, que se refiere a los aspectos cuantitativos y
cualitativos de la cadena alimentaria, sino también y sobre todo una dimensión
ética y antropológica.»
Ante esta
realidad y teniendo presente la afirmación del Papa es necesario “plantarle
cara al hambre” uniéndonos para derribar las barreras del individualismo y
despertando la responsabilidad con los más desfavorecidos. Debemos superar las
visiones egoístas y liberarnos de la esclavitud de la ganancia a toda costa,
haciendo crecer la solidaridad que, con palabras de Francisco, no se reduce a
las diversas formas de asistencia, sino que se esfuerza por asegurar que un
número cada vez mayor de personas puedan ser económicamente independientes
En este año que
comenzamos tenemos que trabajar con Manos Unida para que nuestra sociedad en
vez de considerar los alimentos como negocio los ponga al servicio del bien
común, comprometiéndose con una agricultura sostenible y con un aprovechamiento
integral de la producción, evitando la pérdida y desperdicio de alimentos. Es
necesario, como cristianos y desde la Doctrina Social de la Iglesia, unir
esfuerzos para alcanzar un desarrollo humano integral.
Ante este reto,
quiero invitar a todas las parroquias, movimientos, asociaciones, hermandades y
comunidades cristianas de nuestra Diócesis a participar en esta campaña que
celebra Manos Unidas. Os animo a uniros al gesto significativo del «Día del
Ayuno Voluntario» que se celebrará el viernes 10 de febrero, y a ofrecer una
generosa aportación económica tanto en las colectas de las Misas del próximo
domingo 12 de febrero, como en las mesas petitorias en las calles de la ciudad.
Por último,
deseo enviar un mensaje de felicitación y estímulo a los numerosos asociados y
colaboradores que, inspirados por su conciencia cristiana, están comprometidos
con Manos Unidas.
Con mi cordial
saludo y bendición,
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