Lo más
impresionante de esta mujer “La Samaritana” es su capacidad de evangelizar de
forma auténtica. “Ya no creemos por lo que tú nos has dicho, sino por lo que
nosotros mismos hemos descubierto en él”
Hasta no
hace mucho había frente al Seminario de Zaragoza, una fuente con una imagen de
la Samaritana. Dudo mucho que los curas que pasaron frente a ella, viesen en
ella un ejemplo de persona evangelizadora. Seguramente, que pesó más en su
contra sus irregularidades matrimoniales. Pero aquella mujer puso a sus
convecinos en contacto con Jesús, no con teologías, ni ritos.
Nosotros
cacareamos más que la gallina turuleta, pero no somos capaces de acertar.
Aferrados a lo de siempre, no somos capaces de poner ni siquiera a los nuestros
en contacto con Jesús. Pues muchos de los que cacarean todo lo que se hacía
aquí en la Iglesia en otros tiempos, no han sido capaces de arrastrar ni
siquiera a los de su casa a Jesús, más bien parece que les han ayudado a
alejarse de él.
Imitemos a Jesús y a la Samaritana para, sin dar la paliza, poner a la gente en contacto con Jesús. Y si lo hacemos y un día nos dicen: “eres un sol” creéroslo, porque les habéis dado una luz y un calor que les ayudaran como nada en su vida.
J. Jauregui
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