domingo, 26 de marzo de 2017

Los caballos del Apocalipsis en España





Esta tierra se convirtió en terreno de conquista de los caballos del Apocalipsis: el caballo rojo, que trajo la guerra; el caballo negro, del hambre y la destrucción y el caballo verde, portador de muerte y exterminio… parecía que el reino del Anticristo se había adueñado de vuestra tierra bendita… en estos años todas las diócesis hicieron su contribución martirial. Nos incumbe el deber de la memoria de este patrimonio incomparable" (Cardenal Amato).

La gozosa celebración de beatificación de José Álvarez-Benavides y de la Torre y 114 compañeros mártires, contó con la presencia del Cardenal Ángelo Amato como Legado Papal para dicha celebración; y, finalmente, con la asistencia de otros dos cardenales: el presidente de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Ricardo Blázquez y el Emérito de Sevilla, monseñor Carlos Amigo.

Junto al Nuncio Apostólico, monseñor Renzo Fratini, los Arzobispos de Granada, de Sevilla, de Mérida-Badajoz, el Arzobispo Castrense, y el Emérito de Burgos... además de una docena de Obispos entre los que destacaba por su labor al frente de la Pastoral Gitana, monseñor Xavier Novell, obispo de Solsona.
Más de un centenar de sacerdotes concelebrando. Religiosas y religiosos y casi 6.000 fieles que llenaron el Palacio de Exposiciones y Congresos de Aguadulce (Almería)...

Excelente la actuación de la Orquesta y Coro Musicalma de Linares (Jaén), que junto a la Escolanía de la Catedral de Jaén interpretaron los cantos de la celebración.

Intensísimo, como siempre, el momento de la proclamación de los nuevos beatos con la lectura de la Carta Apostólica y emocionante la procesión de las reliquias que se colocaron en el Altar, momento después de que se mostrará el cuadro con los nuevos Beatos Mártires de Almería.

De nuevo, muchísimas felicidades por el excelente trabajo desarrollado por la diócesis de Almería; de cuyos frutos ayer pudimos beneficiarnos todos.

La homilía

Nuevamente el Cardenal Ángelo Amato ha vinculado la presencia del Mal al exterminio que la Iglesia Católica padeció en la España de los años treinta, durante los días de la persecución religiosa. Esta vez la imagen usada por el Prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos ha sido la de los caballos del Apocalipsis.


"Hermanos y hermanas:

Álvarez-Benavides y de la Torre era el decano de la Catedral de Almería, fue martirizado con otros 114 compañeros, durante el período trágico de los años 1936-1938, cuando en España se desató contra la Iglesia, sus ministros y sus fieles la gran persecución que costó la vida a miles de personas, hombres y mujeres, laicos y consagrados, matados sólo porque eran católicos. 

En aquel periodo doloroso España, tierra de santos, de teólogos, de misioneros, de fundadores de grandes órdenes religiosas se convirtió repentinamente en terreno de conquista de los tres funestos caballos del Apocalipsis: el caballo rojo de fuego que sembraba la guerra en la tierra; el caballo negro, que traía hambre y destrucción; el caballo verde, que llevaba la muerte, que exterminaba la humanidad con su guadaña fatal. En aquel periodo parecía que el reino del Anticristo se hubiera adueñado de vuestra tierra bendita. Todas las diócesis hicieron su contribución martirial...

Nos incumbe el deber de la memoria, para no descuidar este patrimonio incomparable... [estos nuevos 115 mártires] fieles a las promesas bautismales han perseverado firmes en la fe y han recibido la corona de la gloria".

Tras hablar de los lugares martiriales en los que fueron asesinados, como estaciones de un Vía Crucis de pasión, semejante al de Jesús: en el pozo de Cantavieja... en el Barranco del Chisme... en el Pozo de la Lagarta... en el cementerio de Berja (Almería) o en el cementerio de Almería…


Luego citó especialmente a cuatro de los nuevos beatos:

José Álvarez-Benavides y de la Torre, deán de la Catedral de Almería que murió fusilado por no renegar de su fe.

Luis Belda y Soriano de Montoya, laico miembro de la Asociación Católica de Propagandistas.

Emilia Fernández «La Canastera de Tíjola», la primera beata gitana que murió por no querer revelar el nombre de quién le enseñó a rezar el rosario, y
Carmen Godoy Calvache, violada y golpeada antes de ser ahogada en el puerto. Era miembro de la Acción Católica.

"Los procesos sumarios, cuando se hicieron, se concluían fatalmente con condenas a muerte. En aquella larga Cuaresma de Pasión, en el Calvario español, no había solo tres cruces sino miles y miles de crucificados diseminados por todo el país".

El Cardenal Amato instó a los que le escuchábamos a seguir el ejemplo de los mártires y perseverar en la fe porque Jesús siempre estará con nosotros hasta el fin del mundo.

(Texto tomado de Religión en Libertad, firmado por Jorge López Teulón)

Aquí pueden escuchar la homilía completa:


https://youtu.be/vEgPSo3OR2o

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