Día de San José y día de los padres de
verdad. Él fue el padre perfecto que nos dio la oportunidad de salvarnos si aceptaba
a María con el Hijo de Dios. Difícil situación para un hombre judío y sin
embargo...
Para mí es una referencia de Santidad,
fortaleza y FE. El justo desposado y anunciado para la humanidad. Claro, que
también es verdad que si no es por los ángeles que se le presentaron en sueños,
tal vez Dios habría elegido otra manera de venir al mundo.
Pero este hombre en su libertad eligió
seguir a Dios y, por eso, me encanta José y su confianza. Un esposo sin igual y
una familia espectacular. Me lo imagino, cuando María estaba a punto de “dar a
luz”, agobiado y tan solos.
¡Madre mía por lo que tuvo que pasar! y
qué responsabilidad defender y atesorar “Las Cosas de Dios”.
Amado José, por tu decisión, por tu protección,
por tu ejemplo a Jesús y por todo lo que debiste hacer para salvaguardar las
Dos vidas que Dios puso en tus manos, te doy las gracias.
No serás mi padre terrenal, pero te acojo
como padre postizo; el mío me daba cada meneo en clase de “matracas”, que me
caía de la silla, pero me llevaba a misa para conocerte y me regaló el día de
mi Comunión, la primera pluma Parker para escribir. Los dos os habéis ido…
Interceder por mí familia y por mí ante Dios.
Hasta el año que viene y hasta mis oraciones
diarias, un abrazo espiritual.
Emma Díez Lobo
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