Jesús nos habla hoy de
la corrección fraterna. Os digo con tristeza que la traducción española utiliza
el verbo reprender respecto a corregir cuando el texto original habla de la
corrección con misericordia que es muy diferente a la reprensión.
Dicho esto nos
centramos en la corrección misericordiosa por excelencia: la que nos ofreció a
todos el Hijo de Dios desde la Cruz. Despreciado hasta lo indecible, vejado y
humillado incansablemente, traicionado, negado, abandonado y por último
crucificado.
Sin embargo y para
sorpresa de todos con sus últimas fuerzas grito al Padre !Perdónales, no saben
lo que hacen! Jesús corrigió a esta muchedumbre infame derramando sobre ella su
Misericordia. Y para sorpresa de todos su Misericordia curo sus infamias. De
hecho Lucas puntualiza que al morir Jesús..." La muchedumbre que había
acudido a aquel espectáculo, al ver estas cosas, se volvieron golpeándose el
pecho. Golpeándose el pecho, como el publicano. (Lc 18,13) Solo el que se ha
dejado corregir sus infamias misericordiosamente por Jesús, está capacitado
para corregir compasivamente a los demás
P. Antonio Pavía
https://www.comunidadmariamadreapostoles.com/
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