jueves, 10 de septiembre de 2020

EUCARISTÍA Y BELLEZA

 Frecuentemente oigo a personas lamentarse de que, en general, en nuestras Eucaristías la belleza está ausente y me apena, pues Dios es Belleza por antonomasia. 

 Sí, la Eucaristía debería de un ser un reflejo de la Belleza Infinita de Dios; esa Belleza que como dijo Benedicto XVI abre nuestra alma al Misterio Divino. 

 En una ocasión un sacerdote me dijo que la Eucaristía es la Gran Teofanía y así es, pues Dios resplandece en ella. Teofanía que ha de ir acompañada de la Teofanía, es decir que la predicación debe de centrarse en un partir la Palabra a los fieles para que beban el "Espíritu y Vida oculto en ella" (Jn 6,63b). 

 Dicho esto, puntualizó que ante la pobreza y frialdad de ciertas, o muchas Eucaristías, de nada sirve lamentarse sino que "hay que arrimar el hombro"

 Hay que pasar el boca a boca entre vosotros y, quien tenga buena voz, sepa tocar algún instrumento musical, tenga sentido de la estética, etc... se presente al párroco para echar una mano. 

 Hay cantos bellísimos tanto antiguos como actuales que pueden sumergir a los asistentes en el ámbito de esa Belleza que hace intuir que Dios está resplandeciendo entre ellos. 

 Puedes seguir lamentándote y no hacer nada pero no te lo aconsejo, ¡No hagas el ridículo ante Dios!! Aunque creas que no sirves para nada, Dios sí cuenta contigo pues para Él vales mucho.

 Ánimo... empezad el boca a boca en vuestros círculos... esa es la primera piedra que permitirá recuperar la Eucaristía como el "Resplandor de la Belleza de Dios"

 P. Antonio Pavía 

Misionero Comboniano 

https://www.comunidadmariamadreapostoles.com/

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