Dios sigue con pasión y maestría la obra fruto de sus
manos en cada etapa de nuestra vida.
El 11 de mayo de 2014, IV Domingo de Pascua, se
celebra la 51ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. El tema elegido
para dicha ocasión es: "Las vocaciones, testimonio de la verdad".
Con motivo de esta jornada, el Santo Padre ha
enviado un mensaje a los obispos, sacerdotes, consagrados y fieles de todo el
mundo.
En el mismo, el Pontífice señala que nosotros somos
'propiedad' de Dios no en el sentido de la posesión que hace esclavos, sino de
un vínculo fuerte que nos une a Dios y entre nosotros, según un pacto de
alianza que permanece eternamente porque su amor es para siempre. Asimismo
explica que el modo de pertenecer a Dios es a través de la relación única y
personal con Jesús. De este modo, Francisco recuerda que la vocación requiere
siempre un éxodo de nosotros mismos para centrar la propia existencia en Cristo
y en su Evangelio. Tanto en la vida conyugal, como en las formas de
consagración religiosa y en la vida sacerdotal, "es necesario superar los
modos de pensar y de actuar no concordes con la voluntad de Dios", subraya
en el Mensaje. El Papa invita a no tener miedo porque "Dios sigue con
pasión y maestría la obra fruto de sus manos en cada etapa de la vida".
Francisco recuerda que la vocación surge del
corazón de Dios y brota en la tierra buena del pueblo fiel, en la experiencia
del amor fraterno. E invita a obispos, sacerdotes, religiosos, comunidades y
familias cristianas para que orienten la pastoral vocacional en la dirección de
los grandes ideales y acompañen a los jóvenes por itinerarios de santidad.
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