domingo, 25 de febrero de 2018

¿Lo dejo en tus manos?




                                                                         
- Supongo que es algo que no puedes resolver ¿Me equivoco?

- ¡Pues claro que es eso!


- ¡Pues claro que no  me voy a mover!
- Me dijiste que te pidiera

- Y te lo sigo diciendo, pero pedirme y tirarte a la bartola…

- Eso parecido fue lo que me dijo un “Pater”

- Pues no es así. Tú pon todo tu esfuerzo y pídeme que te ayude a seguir sin desfallecer…

- Ósea, lo que a mí me parecía…

- A veeeeeeeerrr. Si no haces nada y me lo dejas a Mí, ¿qué merito tienes? El que tendrá que darse besos en la mejilla soy Yo a mí mismo…

- ¡Ya!

- No me pidas que te resuelva la vida, pídeme que te ayude a no equivocarte, a que esté a tu lado si decaes, pídeme sabiduría y Yo te la daré; pero hacer tu trabajo, ni lo mentes. 

- Tienes razón, no sabes lo mal que me salió un tema que te di…

- Lo sé, cometiste todos los errores del mundo, pero no me pediste sabiduría ni rezaste porque te iluminara.

- ¡Me vas a contar! Aún pago consecuencias…

- Pero Yo estoy ahí abriéndote caminos ¿Los has visto? Mira que los puse delante de ti…

- Sí, sí, gracias y menos mal.

- La próxima vez no dejes nada en mis manos y te duermas… Así, como que NO funciono.

- Qué yaaaaaaa me lo has dicho.

- ¡Ah!, y no te olvides de rezar cuando quieras algo, ese es mi precio.

- Qué ya, qué ya…

Emma Díez Lobo


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