Las
leyes de la naturaleza y la Ley de Dios tienen mucho en común. Aquellas hacen
que cada creatura de Dios sea lo que es; ésta nos hace realizarnos plenamente
como seres humanos, seres creados a imagen y semejanza de Dios que es amor
(como hijos de Dios si pensamos en la ley evangélica).
1 Salmo de David
SALMO
paráfrasis
La creación material obedece con alegría a Dios. El
sol por ejemplo.
2 Los
cielos proclaman la gloria de
Dios, El universo nos
habla de la grandeza de Dios
el firmamento pregona la obra de sus
manos;
y de su inagotable creatividad;
3 el
día al día le comunica el
pregón,
cada creatura pasa la voz a la otra
la noche a la noche se lo susurra.
(1)
para continuar todas alabando al Señor.
4 No
es un pregón, no son
palabras,
No son palabras como las nuestras,
no es una voz que se pueda escuchar;
(2)
no se oyen con los oídos del cuerpo,
5 más
por toda la tierra se extiende su
eco,
pero resuenan poderosamente, y su eco
y hasta el confín del mundo su mensaje.
(3)
va rodando por todo el espacio.
Allá en lo alto preparó una tienda para el
sol,
Pon por ejemplo el sol; cada noche
6 y
él, como un esposo que sale de su
alcoba,
descansa en su alcoba nupcial,
se recrea, campeón, recorriendo su
carrera.
de mañana sale jubiloso a su trabajo,
7 En
un extremo del cielo tiene su
salida,
infatigable corre de una punta
y su órbita llega hasta el otro
extremo,
a la otra del universo
y no hay nada que escape a su
calor.
y todo lo baña de luz y de calor.
Nosotros debemos hacer lo mismo. Himno a la ley de
Dios
8 La
ley del Señor es
perfecta,
Los mandatos del Señor son para nuestro bien,
es descanso para el hombre;
“su yugo es suave y su carga ligera”;
9 el
mandato del Señor es
firme:
están radicados en nuestra naturaleza,
hace sabio al ignorante;
y nos hacen realizarnos como seres humanos;
los preceptos del Señor son
rectos:
son justo lo que necesitamos,
dan alegría al corazón;
su cumplimiento nos llena de alegría;
el mandamiento del Señor es
diáfano:
son fáciles de comprender
da luz a los ojos.
y nos abren los ojos a lo que realmente vale.
10 El
temor del Señor es
puro:
El amar a Dios nos preserva de hacer el mal
estable para siempre;
y nos hace perseverar en el bien.
Los juicios del Señor son
verdad:
Las inspiraciones de Dios
todos justos por
igual;
son siempre lo mejor para nosotros,
11 son
preferibles al oro, al oro más
fino; valen más que
todas las riquezas del mundo,
y más dulces que la miel que fluye
del panal.
y el seguirlas llena el alma de gozo.
Obediencia filial; petición de ayuda
12 Por
eso tu siervo está atento a
ellos,
Por eso me esfuerzo en escucharlas
y los guarda
asiduamente.
y deseo seguirlas con todo mi ser.
13 Con
todo, ¿quién conoce sus propios
errores?
Pero reconozco que con frecuencia
falto y me engaño a mi mismo.
Purifícame tú de las faltas
ocultas.
Dios mío, haz que vea lo que hay
de mal en mi y que me enmiende.
14 Guarda
también a tu siervo del orgullo.
(4) Y
sobre todo no me dejes ser soberbio,
¡que jamás me
domine!
que nunca me crea autosuficiente;
Entonces seré
irreprochable
y entonces lo demás será fácil,
e inocente del gran
pecado.
y no caeré en pecados graves.
Ardiente deseo de agradar a Dios
15 Que
te agraden mis palabras y mis
pensamientos
Deseo agradarte en todo lo que
hago, digo y pienso,
oh Señor, roca mía, mi
campeón.
Dios mío, mi único bien, mi campeón.
(1) Cada creatura, por ejemplo el día,
sirve de modelo a la que va a continuar su clase de servicio.
(2) Rm 1,20 “Lo invisible de Dios. . . se
deja ver a través de sus obras”.
(3) Rm10,18 )
(4) Por ‘orgullo’ aquí se entiende
‘desobediencia’ a la Ley de Dios; es como decirles: “yo sé mejor que tú lo
que tengo que hacer”.
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