Para despedir el mes de Mayo, mes de MARÍA
Creí Señora mi pecho
de la cadencia olvidado
Mas quedé para Ti flores
en los jardines y prados
y en arriates de sueño
y en los surcos del milagro
y en las plazas escondidas
y en los desiertos collados
y en las riberas umbrías
y por los huertos cerrados.
Mas quedé para Ti flores
en los jardines y prados
y en arriates de sueño
y en los surcos del milagro
y en las plazas escondidas
y en los desiertos collados
y en las riberas umbrías
y por los huertos cerrados.
Busque flores para Ti
que es tenerlas en la mano
porque al evocar tu nombre
toda la luz se hace nardo
y de jazmín se hace aire
y toda la sangre amarando
y violetas los recuerdos
y fina azucena el tacto
y gardenia la mirada
y margarita los labios
y clavel el corazón
y las espigas geranios.
que es tenerlas en la mano
porque al evocar tu nombre
toda la luz se hace nardo
y de jazmín se hace aire
y toda la sangre amarando
y violetas los recuerdos
y fina azucena el tacto
y gardenia la mirada
y margarita los labios
y clavel el corazón
y las espigas geranios.
Busque flores para Ti
que es tenerla en la mano
porque el ángel del dolor
las hace surgir del cardo,
y de la piedra desnuda
y de la arista del canto
y de la pena escondida
y del fondo del quebranto
y de la frente cansada
y del hundido costado
y del pecho sin latido
y del lamento quebrado.
que es tenerla en la mano
porque el ángel del dolor
las hace surgir del cardo,
y de la piedra desnuda
y de la arista del canto
y de la pena escondida
y del fondo del quebranto
y de la frente cansada
y del hundido costado
y del pecho sin latido
y del lamento quebrado.
Busqué flores para Ti
triste y desesperado
porque el jardín de mi voz
Señora estaba agotado
Pero me postré a tus plantas
y con los ojos clavados
en la gloria de Tus Ojos
de lagrimas arrasados
sentí como me llenaba
de flores mi rosal blanco
y grité como el que encuentra
lo inútilmente buscado
y canté como el que canta
por el goce desbordado
y de oración alabanza
yo compuse un nuevo ramo
para Ti, que ere la Reina
de los celestiales prados,
de los eternos jardines
de los arriates altos
y con los ojos clavados
en la gloria de Tus Ojos
de lagrimas arrasados
sentí como me llenaba
de flores mi rosal blanco
y grité como el que encuentra
lo inútilmente buscado
y canté como el que canta
por el goce desbordado
y de oración alabanza
yo compuse un nuevo ramo
para Ti, que ere la Reina
de los celestiales prados,
de los eternos jardines
de los arriates altos
de las riberas de cielo
y de los surcos dorados
y de los surcos dorados
Para Ti que eres la Reina
del puro amor entregado
de los caminos sin sombra
del puro amor entregado
de los caminos sin sombra
y de ese Valle Sagrado
que los ángeles vigilan
al resplandor de tu llanto
Y ante tu altar Virgen mía
yo me quedé musitando
¡ay! quien pudiera Señora
ser flor de ese humilde ramo.
que los ángeles vigilan
al resplandor de tu llanto
Y ante tu altar Virgen mía
yo me quedé musitando
¡ay! quien pudiera Señora
ser flor de ese humilde ramo.
(Antonio Pedro Rodríguez Buzon)
Precioso !
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