Queridos
hermanos, escuchad la verdad y reaccionad al ancestral engaño al que os
sometieron vuestros sumos sacerdotes. Dios les hizo saber el día de su Muerte,
el cumplimiento de las profecías.
¡Culpables
de su Muerte sin desgarro de vestiduras! Un error insalvable.
Leed
el juicio de Jesús al menos, sin pretensión alguna por mi parte y obtendréis la
luz que os quitaron. Jesús os nombra un sinfín de veces en el Evangelio ¿Por
qué?, ¿lo habéis pensado? Sabía bien qué haríais con Él.
-“Ay de aquél que entregue al Hijo del
Hombre, más le valdría no haber nacido” (Mt).
Oh
Dios, ¿Les harás responsables de la cantidad de almas que se llevaron y se
llevan aún consigo?
-“Y
el que no fue hallado escrito en el libro de la Vida (Yo soy el camino, la
verdad y la Vida), fue lanzado en el
fuego eterno” (Apocalipsis).
Esta
Oración es de Jesús para el mundo: “El Padre Nuestro” Si la supierais…
Trae
su Reino a la tierra (El Evangelio); Nos pide que hagamos Su voluntad y no la
nuestra; nos da de comer el Pan de Vida (su Cuerpo); nos regala Misericordia con
nuestro perdón y por último, nos aparta del maligno.
-“Quien
me ha visto a Mí, ha visto al Padre”. Apuntaros esta frase en el corazón.
-“Quien
cree en Mí, tendrá vida eterna”. Pensadlo
y salvaos.
-“Yo
hablo por boca de mi Padre”. Es
una afirmación tajante.
-“No
vengo a abolir la Ley y los profetas sino a “llenarla” (traducción del Hebreo)
y cumplirla. Y
se cumplió, desarrolló y acrecentó por deseo del Padre.
NO
esperéis al Hijo de Dios, porque no vendrá como El Mesías (los sacerdotes lo
supieron), sino como Cristo Resucitado.
¡Resucitad!
Emma Díez Lobo
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