¡Jesús!!!
Menos
mal que es cosa de “de vez en cuando”,
sobre todo si nos dedicamos a asuntos “Cesáreos”, como Hacienda, multas, dientes que se
remueven (a lo mejor es que van a salir otros ¡qué lástima!), la llave que se
pierde… En fin, colgajos varios que no paran de acosar; y aunque hagamos también
angelitos en casa (los hago), no nos salva ni el “tato”.
Gracias
amigo por recordarme que el día es suficientemente amplio incluso para
pastorear, como Dios nos da a entender a cada uno. (Te pareces a Jesús echando
broncas).
Y
es que Dios es muy exigente y con razón; además
las que somos “niña” podemos hacer muchas cosas a la vez (como siempre)… Ellos
en cambio solo UNA (1) y no más Santo Tomás porque es imposible (si leen, no
escuchan; si comen no hablan; si les llaman por teléfono, no preparan el
café… Jajajaja, un desastre).
Queda
claro, no hacer “rosarios de bolas de colores”
(por afición) si no sabemos utilizar las horas del día. Cuando nos parece
que son pocas, es porque algunas se nos pierden en el camino (con las dichosas bolas) y si nos parece
que son muchas… ¡Ay madre! ¿A quién le pasa eso? Pues a personas que sienten su
corazón en soledad terrenal y, eso es triste porque tampoco contemplan la
compañía de Jesús. Él siempre está y aguarda nuestra charla y nuestra vida.
De
sequía a inundación va un paso, sólo hay que darlo…
Emma Díez Lobo
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