En el Evangelio de hoy
nos centramos en dos puntos:
El primero, Marcos
resalta que Jesús no dejaba hablar a los demonios porque le conocían y esto nos
llena de alegría y esperanza. Me explico; Satanás es maestro en la mentira y el
engaño como dice la Escritura. Sus razonamientos son seductores, así les
pareció a Adán y a Eva. El hecho es que sin la Palabra-Sabiduría de Dios en el
corazón nos quedamos desvalidos ante la seducción de Satanás y le hacemos caso
porque "creemos que nos conviene". El resultado es que paso a paso no
somos para él más que algo desechable que termina en el trastero. Jesús,
Palabra del Padre llena de Gracia y de Verdad, anula por completo la palabrería
de nuestro Adversario… que esto es lo que significa Satanás.
El otro punto es que
Jesús se retira para orar ¿Se sirve de un manual de rezos para hablar con el
Padre? ¡¡En absoluto!! Jesús reza más con el oído que con la boca... Oye al
Padre, guarda en su corazón y lo predica con sus labios…
Así nació el Evangelio:
"...Lo que el Padre me ha enseñado, eso es lo que os hablo" (Jn
8,28b)
P. Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario