Hoy pensaba en nuestro
viaje a las estrellas, ligero de equipaje pero cargado de una vida que pesa más
que la tierra.
Hoy pensaba en los
sentidos renovados, semejantes a los de Dios, cruzando el universo con alas de
libertad.
Hoy pensaba que la
existencia comienza el día que te vas “más allá del infinito”.
Hoy pensaba en las vastas
moradas de paz y bien, donde la Vida transcurre sin tiempo y a la vez, eternamente.
Hoy pensaba en las
verdes praderas, montes, ríos y flores de colores únicos de un “mundo”
celestial que nos espera.
Hoy pensaba en
Juan, cuando describía las “nuevas tierras de jade” y maravillas de Dios para
el hombre.
Hoy pensaba en el
amor de los que se fueron y poder amarles de nuevo.
Hoy pensaba en la
Gracia que tuvimos al nacer para disfrutar de lo sublime, después de las
carencias, tristezas, injusticias y amarguras.
Hoy pensaba en los millones de llantos que jamás volverán, en una alegría sin fin.
Hoy pensaba en las horas en que no me paré a recordar mi viaje de vuelta a “mi casa” del cielo, a mi Padre que me creó.
Hoy pensaba que
nunca agradecí lo suficiente a Jesús, y sin embargo Él ha estado ahí esperando mi
mirada para llevarme a su Reino.
Oigo una tos por la ventana y despierto de mis
pensamientos. No es triste morir para el que comienza su vuelo a las estrellas.
A Tony “in memoriam”.
Emma Diez Lobo
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