Aún continuamos en el tiempo de la Navidad, que
culmina con la fiesta del Bautismo del Señor que celebraremos el próximo
domingo. Transcurridos los años que Jesús pasó en el Hogar de Nazaret fue
bautizado por Juan en el río Jordán e inició así su ministerio público. En ese
momento acontece la tercera "epifanía", la tercera vez que en estos
días los cielos se abren para desvelar algo muy importante y que estaba oculto:
del cielo abierto salieron los ángeles que anuncian el nacimiento del mesías a
los pastores; la estrella que aparece en el cielo guió a los magos hasta el Rey
de Reyes; y ahora la paloma y la voz también vienen de lo alto. Se puede decir
que en Navidad se recupera de nuevo la permeabilidad entre el cielo y la tierra
que se había roto con el pecado original. En la navidad, Dios vuelve a caminar
entre nosotros como solía hacerlo en el paraíso. La Buena Noticia es que Jesús
ha nacido y quiere formar parte de nuestras vidas.
El Papa Francisco nos insiste una y otra vez en “caminar juntos”, como Iglesia,
como sociedad, como familia humana. Es el lema que nos propone para este año y
para el siguiente (2023-2024). El Emmanuel, el “Dios con nosotros” nos llama a
“caminar juntos”: esa es la naturaleza, la esencia de la Iglesia. Todos los que
formamos la comunidad eclesial estamos llamados a caminar juntos con el Señor
hacia el Reino prometido.
Todo lo mejor puede suceder a nuestro alrededor si dejamos que Dios camine con
nosotros. Cuando metemos a Dios en la vida, cuando le dejamos espacio, el
infinito es posible. Y esta es la invitación para el año que comienza: que
dejemos que Dios sea Dios en nuestra vida, que nos acompañe todo el año que
comienza.
La paz en el mundo deja de ser un sueño irrealizable
para convertirse en un compromiso de todos porque Dios no nos ha dejado solos,
sino que nos acompaña. El Papa dice en su mensaje para la Jornada Mundial de la
Paz de este año que, “aunque los acontecimientos de nuestra existencia parezcan
tan trágicos y nos sintamos empujados al túnel oscuro y difícil de la
injusticia y el sufrimiento”, si Dios se hace presente, nos acompaña y nos
sostiene, “estamos llamados a mantener el corazón abierto a la esperanza”.
Si Dios camina con nosotros este año podríamos superar
todas las secuelas de la pandemia. Llevamos ya tres años con ella y nos ha
condicionado mucho la vida. Hemos perdido a muchos seres queridos sintiéndonos
impotentes ante esta enfermedad; buscando proteger nuestra salud, nos hemos
alejado unos de otros, y hemos llegado a ver a los demás como peligrosos...
También hemos experimentado hasta qué punto unos dependemos de los otros. Toda
la humanidad forma un cuerpo y lo que sucede en un extremo del mundo llega
inmediatamente al otro. Dios quiera que esta experiencia tan dura también tenga
como fruto el que busquemos y promovamos juntos los valores universales que
trazan el camino de la fraternidad humana.
La Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en
Lisboa los días 1 al 6 de agosto pondrá a “caminar juntos” a jóvenes de todas
las partes del mundo, bajo el lema “María se levantó y partió sin demora”.
Nosotros en Coria-Cáceres somos una diócesis de paso: numerosos jóvenes nos
visitarán y crearán un ambiente especial en esos días. Ciertamente, para
ponerse en marcha hay que superar perezas, miedos y obstáculos. Para nuestros
jóvenes será una posibilidad única por la cercanía de Lisboa. La JMJ es una
fiesta de la fe, una oportunidad de encontrarse con el Señor, una experiencia
de Iglesia universal con el Papa y con los jóvenes. Nuestra Delegación de
pastoral juvenil ha organizado la peregrinación para que todos los que lo
deseemos podamos participar. Caminemos juntos como Iglesia Diocesana, ojalá que
los jóvenes de las diferentes realidades que hay en nuestra diócesis, puedan
vivir esta experiencia de encuentro y de fe en comunión. ¡Dios quiera que
seamos muchos los que nos encontremos de la mano de la joven María con el Señor
Jesús, acompañados de Francisco!
Deseo a todos un feliz año 2023 lleno de bendiciones
del Señor,
+ Jesús Pulido Arriero
Obispo de Coria-Cáceres
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