En el adviento es clásica la cita de allanad los caminos. El diccionario
define el adjetivo “llano” como: Igual, sin altos ni bajos; y al verbo
allanar le da una segunda acepción:
Vencer, superar o hacer más fácil alguna dificultad.
En principio esto es lo que tenemos que hacer para preparar la
conmemoración, el aniversario de la venida de Jesús. Debemos poner nuestra vida
a nivel, sin altibajos. Tenemos que echar abajo los pequeños, o algunas veces
no tan pequeños, montículos de nuestro defectos. Si, gracias a Dios, porque
todo son dones de Él, tenemos la voluntad de trabajar diariamente en la
preparación con pequeñas cosas, llegaremos
a conseguir una buena bienvenida.
Tenemos que desmontar la soberbia de
creernos superiores, de estar por encima del otro. A veces nos parece que somos
imprescindibles y, no, aceptemos que somos prescindibles.
Desmontemos las malas formas de
aconsejar. Hagámoslo con humildad, con una sonrisa, con cariño, sin que parezca
que estamos haciéndolo.
Ayudemos sin que el otro perciba que lo
estamos intentando siquiera.
Suplamos con nuestra generosidad las
deficiencias del trabajo del compañero, pero sin reprochárselo. Si tenemos que
advertirle, hagámoslo con prudencia a fin de que se dé cuenta, pero sin humillarlo.
Facilitemos a los demás su trabajo, sin
ponerles dificultades ni obstáculos, sin hacérselo más difícil de lo que es, no
esperemos a que vengan a solicitarnos ayuda, sino adelantémonos.
Cedamos generosamente nuestro tiempo
cuando alguien nos solicite. Dedicar unos instantes puede servir de gran
consuelo para el otro. Sabemos que al final de esta vida lo que nos sobrará
será tiempo, pues si estamos en esta etapa, ocupémoslo en hacer obras
desinteresadas: visitar enfermos, tener una afectuosa palabra para un niño,
pararnos y hablar con un indigente, detenernos con los vecinos para
interesarnos por su salud, bajar a hacer un recado con buen semblante,
colaborar con las asociaciones, hagámonos de algún voluntariado.
Agradezcamos expresamente los favores que nos hagan.
Felicitemos y encumbremos las obras que
lo merezcan.
En fin, como dice el diccionario, hacer
fácil lo difícil.
Pedro José
Martínez Caparrós
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