miércoles, 21 de diciembre de 2016

Credo de la Navidad


Creo en la bondad humilde de José de Nazaret y en la fe desbordada de María.

Creo en la pobreza del portal con un buey y una mula, y aun sin ellos.

Creo en el anuncio de los ángeles, presencias múltiples de Dios donde están la verdad, el amor y la belleza.

Y en el gozo compartido de los pobres pastores que sueñan ilusiones y viven de esperanzas.

Creo en la estrella peregrina y mensajera y en los Magos inquietos y tenaces, que siempre encuentran la luz cuando la siguen, asomada a la inmensa maravilla de Dios entre los hombres.

Creo en los caminos que llevan a Belén, en los ríos de plata, en los montes de musgo, en los árboles de corcho, en las luces de colores.

Creo en las estrellas, más curiosas y despiertas que nunca en el cielo madrugador de la Nochebuena.

Creo en la alegría natural, en la clara amistad entre los hombres, nacida de repente o crecida a ritmo de cosecha.

Creo en la sorpresa virgen y fértil de los niños.

Creo en la ternura de los hombres.

Creo en el amor, difícil e inseguro, pero cierto, muestra gratuita de Dios, ángel, estrella, belén de su hermosura generosa.

Creo en Jesús, hombre perfecto, Hijo de Dios, Dios perfecto a la altura del hombre.


No hay comentarios:

Publicar un comentario