¿No te espanta saberle crucificado por
tu causa junto al dolor de María? A mí me aterra. ¿Reparas por un momento, al
cabo del día, en los únicos Seres sobre la tierra que sufrieron tanto por ti y
por mí? Incomprensible.No merecieron tales sufrimientos y,
visto lo visto, ni del más leve empujón o diminuta lágrima.
Claro! qué… Por ser
como somos, vino.
Y ahora ¿por qué Le ignoras?, ¿te
molesta?, ¿te coarta?, ¿mintió? Temo decirte que eres lo más desagradecido, incrédulo
e ignorante que pisa la tierra…
¿Qué por qué lo digo? Porque no echas
la menor mirada a su Evangelio y resulta, que ahí te dejó las claves del cielo
que abrió para ti. Muchos serán los responsables de su última venida.
Si aún redimiendo y Comulgando, somos
incorregibles, no me imagino un alma tan cargada de basura acumulada… ¿Qué
crees, que no se Les cae el alma al suelo por semejante indiferencia a su
perdón? No te entiendo.
Algunos vivís como si Él no existiera,
prevaleciendo exclusivamente los Mandamientos dados a Moisés -aún,
cielo cerrado-, pero Dios no se había implicado del todo hasta que decidió
venir en Carne para ampliarlos y así, resucitarte -estabas muerto por tus
pecados-.
¿Por qué desoyes sus Palabras?
¿Por qué desoyes sus Palabras?
No digo que te condenes por “omitirle”,
eso es cosa tuya, pero te aseguro que las llamas del lugar de la angustia y
purificación, son terribles, que también es cosa nuestra.
Hoy lloraba al Comulgar por la
incomprensión y pasotismo del hombre ¡Es de locos! Todo a nuestro alcance y más
de medio mundo, como si no tuviera nada. Dios no es importante…
¡Qué pena desaprovechar tanta
Indulgencia! Si fueras algo inteligente, estarías deseando abrir la Biblia por
el Nuevo Testamento -donde se cumple el Antiguo-.
Los pobres judíos, aún no lo
han entendido… Pero tú, tampoco.
Emma Díez Lobo
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