Grietas no, lo
siguiente. Madre mía, parecemos vasijas romanas cuando las sacan de las
excavaciones… Pero las recompones y quedan genial ¡No hay que preocuparse!, las
grietas son parte humanoide.
Todos somos viejas vasijas
y se nos sale el agua, si no es por un lado seguro que es por otro y ahí vamos
pegando grietas para que quede lo mejor posible.
De las “roturas” se
sacan cosas buenas si tienes a Dios contigo: Si lloras por algo, Él pone una
semilla donde caiga la lágrima para que después salga una flor; si te caes y te
descalabras una pierna, ahí está Él para que te pongas a Leerle -es el mejor
Libro del universo- porque no puedes hacer otra cosa mejor, la tv según está
hoy, ni por descuido.
Y así todas las “fracturas”
que tenemos. Una por una y con paciencia todo sale bien -las cosas con prisas
quedan fatal y además te puedes jorobar la otra pierna-. Dios hace maravillas
con nuestros estropicios. Lo importante es saber “arreglar” y saber descansar
sin agonías.
Hasta podíamos
abrir un museo con tantas “cosas reparadas”… Yo me paso el día con el
“pegamento”… Otros “aprendiendo a andar”, el caso es entender que la vida es
así pero que por algún lado, saldremos beneficiados.
“Pegamento” no nos falta y “escayolas”
tampoco, así que solo nos queda trabajo y práctica; lo de menos son las “cicatrices”, ellas nos recordarán tener mucho
cuidado…
Ya sabes, de lo
malo sin querer, Dios te provee hasta flores… ¡No te preocupes!
Emma
Díez Lobo
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