martes, 8 de octubre de 2019

Tenemos grietones


                                                 
         
                
Grietas no, lo siguiente. Madre mía, parecemos vasijas romanas cuando las sacan de las excavaciones… Pero las recompones y quedan genial ¡No hay que preocuparse!, las grietas son parte humanoide.

Todos somos viejas vasijas y se nos sale el agua, si no es por un lado seguro que es por otro y ahí vamos pegando grietas para que quede lo mejor posible.
De las “roturas” se sacan cosas buenas si tienes a Dios contigo: Si lloras por algo, Él pone una semilla donde caiga la lágrima para que después salga una flor; si te caes y te descalabras una pierna, ahí está Él para que te pongas a Leerle -es el mejor Libro del universo- porque no puedes hacer otra cosa mejor, la tv según está hoy, ni por descuido. 

Y así todas las “fracturas” que tenemos. Una por una y con paciencia todo sale bien -las cosas con prisas quedan fatal y además te puedes jorobar la otra pierna-. Dios hace maravillas con nuestros estropicios. Lo importante es saber “arreglar” y saber descansar sin agonías.

Hasta podíamos abrir un museo con tantas “cosas reparadas”… Yo me paso el día con el “pegamento”… Otros “aprendiendo a andar”, el caso es entender que la vida es así pero que por algún lado, saldremos beneficiados.

 “Pegamento” no nos falta y “escayolas” tampoco, así que solo nos queda trabajo y práctica; lo de menos son las  “cicatrices”, ellas nos recordarán tener mucho cuidado…

Ya sabes, de lo malo sin querer, Dios te provee hasta flores… ¡No te preocupes!

  Emma Díez Lobo

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