Tienen frío…
Les han enseñado
a llenar sus vidas
y a cubrir sus almas
con cientos de cosas,
pero… tienen
frío.
Nadie les ofrece
una alternativa.
Nadie se preocupa
realmente por ellos.
Les venden formatos
de vida feliz.
Les hacen promesas,
que nunca se cumplen.
Les hablan de rutas,
de sitios, de espacios,
de itinerarios,
para conseguir
su felicidad.
Y nada les sirve
porque en el camino
han abandonado,
sin saberlo ellos,
la única ruta:
la del corazón.
Y por eso…
tienen frío.
No te amamos, Padre,
si permanecemos
ausentes e impávidos
ante tanto frío.
No hemos comprendido
la muerte de Cristo
si nos limitamos
a compadecernos
de tanto dolor.
El dolor que sufre
tanta y tanta gente
que vive en ciudades
cubiertas de hielo.
Gente que daría
hoy toda su vida
por salir de
allí.
Son los convocados
por Cristo aquel día,
en aquel sermón
desde la montaña.
Son los abatidos,
porque no encuentran
nadie que les guíe.
Y en su soledad
y en su vejación
levantan sus
ojos
y nos interpelan:
¿dónde está tu
Dios?
… porque tengo frío.
Y los que tenemos
las antorchas llenas,
llenas de tu Luz,
debemos correr,
correr a su encuentro.
No descanses,
Padre,
dinos dónde están,
todos esos hombres,
para así, poder
pasarles la antorcha
de tu Luz eterna,
de la única Vida
que
viene de Ti.
Olga
Alonso
https://www.comunidadmariamadreapostoles.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario