lunes, 26 de octubre de 2020

Una Historia (1ª parte)

 


A
unque no lo creáis también ellos son de Dios…

Se nos acercó un objeto no identificado de esos que andan por el cielo y se ven de vez en cuando. Sí, era plateado, redondo y con ventanitas a su alrededor.   

El reloj marcaba las 11:30 de la mañana en vuelo regular al Aaiún. Un cielo despejado con “sol y moscas” (argot de vuelo) y un Dios que aseguraba llegar sanos y salvos a tierra. Las oraciones surgen en cabina como el estupor y la impotencia ante las intenciones del “intruso”. Aquello era impredecible y los pilotos comerciales carecen de normas específicas a seguir en estos casos.

Aquél día, a 15 minutos del aterrizaje este “ovni” asedió al Fokker-27 por el lado izquierdo del ala -flota en la que estuve destinada como azafata de vuelo-. El avión y el “plato al revés” volaban a la misma altura y misma velocidad de crucero; demasiado claro y demasiado cerca, no era habitual…  

Dios veía cómo aquellos “tipos” imitaban todos los movimientos del avión. Si el Fokker subía o descendía “ellos” lo hacían; si giraban a izquierda o derecha  “ellos” también; si encendían luces, “ellos” las suyas de varios colores en todo su perímetro.

La tripulación atónita entró en pánico con el jueguecito de los intrusos, pero Dios siempre está cuando se Le aclama y “dijo al Comandante: Anda vuélvete que estos se me han colado y no es plan”. Y así fue que el Comandante con un ¡Dios mío!, no siguió adelante. Se comunicó al pasaje que por razones técnicas había que volver a la Base. Inmediatamente dio la vuelta y la “nave redonda” también giró acompañando al avión, pero a los pocos minutos se apartó, y en vertical desapareció en el inmenso azul del cielo.

El Todopoderoso sabe muy bien lo atrasados que estamos aún para encontrarnos con estos “adelantados” a nuestro tiempo,  que por cierto, cuando sucede, los sustos son de órdago…  

Yo me preguntaba si eran hijos de Dios… Y sí, lo eran. Él construyó todas las galaxias y toda inteligencia con unas leyes a su criterio que el hombre va descubriendo. Nosotros algún día volaremos en naves redondas o cuadradas sorteando la gravedad y Dios, Dios siempre será el mismo por mucha evolución que haya. Él es el Alfa y Omega de todo lo creado.

Emma Díez Lobo

No hay comentarios:

Publicar un comentario