Hoy es el último domingo del año litúrgico. El próximo domingo empezamos el tiempo de adviento. Es la fiesta de Cristo Rey. Ciertamente Cristo es Rey, puesto que él mismo lo reconoció ante Pilatos en el momento dramático de su juicio civil. Ahora bien, contemplando el momento actual de nuestro mundo, leyendo datos estadísticos de una reflexión del centro de estudios Cristianismo y Justicia sobre “ser cristiano en Europa”, me he hecho la pregunta de si Jesús reina de verdad entre nosotros. Pienso en Cataluña, España, Europa…
Que Jesús
sea el Rey del Reino de Dios, de eso no tenemos ninguna duda. Incluso Pilatos
lo remarcó –si bien con ironía– con aquel letrero clavado en la cruz.
Jesús
empieza su predicación anunciando que el Reino de Dios “está entre vosotros”
(Lc.17, 21), y que el Reino de Dios está cerca (Mt 1,15). Es lo que pide que
anuncien sus discípulos antes de enviarlos en misión a los pueblos. Y Jesús
también habla de ello a menudo, con parábolas.
Esto
significa que el Reino ya está aquí, que ya ha llegado. Pero, ¿de qué reino se
trata? En la plegaria del prefacio de esta fiesta lo recordamos con estas
palabras: “Reino de verdad y de vida, Reino de santidad y de gracia, Reino de
justicia, de amor y de paz”. También hay que notar que en las parábolas se
habla del Reino como un tesoro y una perla fina, como una pequeña semilla de
mostaza, como la levadura que hace fermentar la harina, como un banquete de
boda al cual los primeros invitados renuncian a ir.
Desear y
realizar todo lo que desea Dios, y desearlo siempre y en todas las
circunstancias y sin limitaciones, esto es el Reino de Dios.
Pero
sucede que, cuando contemplamos la realidad, nos quedamos perplejos.
Aparentemente no parece que Dios reine, porque la justicia, la verdad, la vida,
la paz, la santidad y el amor no son realidades prioritarias entre nosotros. Sí
que encontramos hechos y señales de este Reino que nos hacen pensar en el
crecimiento sencillo y lento anunciado en las parábolas. Pero, como ha dicho
alguien, “no parece que Jesús reine entre nosotros”.
Además,
la Iglesia, la comunidad de los discípulos, tendría que ser la punta de lanza
de la realización del Reino, y algunos datos nos interrogan. España es el
tercer país europeo en abandono del Cristianismo. Ocupa la decimosexta posición
en la lista de países menos religiosos del mundo. Desde 2006 el número de
católicos practicantes se ha reducido un 27 %, y las nuevas generaciones son
cada vez menos creyentes. Ciertamente, hay un cambio de una religión sociológica
a una religión del convencimiento, y esto es positivo.
Entonces, ¿Qué podemos notar de la realización del Reino de Dios y del reinado de Cristo?
En
Jesucristo ha empezado a estar presente el Reinado de Dios en la historia. Este
Reinado de Dios no se ha cumplido del todo, y no lo hará con plenitud hasta el
fin de los tiempos. Ahora ya podemos observar algunos hechos y signos de la
presencia de este Reino, siempre desde las características que el mismo Jesús
anuncia en las parábolas y que encontramos en muchas situaciones. Hechos de
vida, de amor, de justicia, de paz… como pequeñas semillas sembradas que van
creciendo para el bien de todo el mundo.
Al
afirmar que Jesucristo es rey afirmamos que, a pesar de las dificultades, el
Reino continúa realizándose entre nosotros.
+ Mons.
Francesc Pardo i Artigas
Obispo de Girona
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