Me han dejado sola
con tu recuerdo, con tu amor disuelto en el ayer. Tengo una tristeza enorme a
pesar del Rosario, el Padrenuestro y de abrir los Evangelios cada día… La
soledad no se disipa, la tristeza tampoco, la pena me envuelve.
Soy insignificante
y cometido más errores y pecados que nadie, lo sé. ¿Es por eso que no vinisteis
a mí?
No me parece justo
pensar solo en la muerte como salida a la alegría. Sí, son los años que pesan,
los recuerdos que ahogan y un “viaje” que se acerca para enfrentarme a Dios.
¡Madre mía! Tiene
que haber algo más que melancolía… Me pregunto, si sabiendo que esto sería un
valle de lágrimas, porqué crear este mundo y
solo lo entiendo si es por AMOR eterno. Decía mi padre: “Quien bien te quiere, te hará llorar”,
desde luego, no fallaba ni una…
Se me olvida que
esta vida no es más que un puente a la VIDA
pleno de agujeros y peligros -¡Ángel caído porqué no te quedaste calladito!-
Por algo Dios creó
los lacrimales, el pelo cano y nos abrió
el cielo…
Todo concuerda.
¡Vaya día que llevo!!!
Emma Diez Lobo
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