jueves, 9 de diciembre de 2021

Esta Navidad

 

                                                                            

 No voy a ponerme romántica ni “celestial” porque los tiempos no acompañan; muchos se han “ido” con éste virus, muchos no tienen nada, muchos no pueden reunirse, muchos están enfermos, muchos sufren toda clase de pérdidas de vida, economía y libertad.  

La alegría no llega pero llega el recuerdo de la Natividad, que si te pones a pensar, es tan penosa como la vivida por María y José hace 2021 años: “Huyeron de su hogar  -la vida de su Hijo peligraba-, la soledad, el miedo y el frío de los días hasta llegar a Belén no fueron fáciles, y cuando llegan, es un establo lo que Les espera para que María diera milagrosamente a Luz. No, no lo tuvieron nada “bonito”.

Ahora sucede “algo parecido” en dificultades, soledades y problemas; es la Navidad, que recuerde en toda mi vida, más parecida a la de Cristo.    

Por eso, este año no puede faltar un Misterio en conmemoración de aquél día complicado, tan complicado como hoy, pero Sublime.

Y Dios, Dios no quiere una fiesta ni un regalo, la triste situación mundial ha llenado de lágrimas su Corazón y solo quiere que nuestro hombro, en su Nombre, comparta el dolor y peso de otros, quiere que la Paz, en su Nombre, nos acompañe.

Celebremos pues, en su Nombre, esta Navidad, solos o acompañados pero con tanta esperanza como la que sintió la familia Sagrada aquella noche.           

Amigos, yo tampoco salto de alegría, pero si necesitáis de mí una palabra de consuelo, estoy aquí...

Emma Díez Lobo

 

 

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