María,
Presencia de Dios
Recibido
el Anuncio del ángel, María siente el impulso de ir al encuentro de su prima
Isabel, mujer de Zacarías, escogidos ambos por Dios para traer al mundo a Juan
Bautista, precursor de su Hijo.
María se pone en camino. Su fe, fuerte como
una roca no la exime de ciertas angustias internas. Su embarazo es un secreto
entre ella y Dios; bien sabe que no le toca a ella darlo a conocer sino a Él,
sobre todo a José su esposo. He hablado de cierta angustia, sí, pero su
confianza en Dios prevalece sobre sus zozobras. Al llegar a casa de Zacarías ve
con sus propios ojos que Dios sale garante del Anuncio recibido al provocar un
salto de gozo en Juan en el seno de su madre al oír el saludo de María.
Digo
que Dios sale garante de la situación angustiosa de María al revelar el
secreto de su maternidad mesiánica a Juan Bautista haciendo que salte de
alegría ante el Mesías y podemos decir, con más nitidez aún, al inspirar
a Isabel la confesión de fe quizás más luminosa acerca de la Divinidad de Jesús
que encontramos en la Escritura; llena del Espíritu Santo proclamó: “¿De dónde
que venga a mí la madre de mi Señor?”.
Hemos
leído bien; llama a la criatura que María lleva en su seno: "Mi
Señor". Por eso hemos titulado este texto así: María, Presencia de Dios.
P.
Antonio Pavía
https://comunidadmariama.blogspot.com/
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