domingo, 7 de enero de 2018

Después de Reyes

                                                                  


                         
  ¡Hala ya pasó la Navidad!... Pues resulta que es ahora cuando empieza. Estos días pasados, no son más que los preparativos de tu nuevo ser para este año. 

Así es, porque no en vano nos han regalado Un Guía y tenemos que cambiar un pelo o muchos pelos!

El recuerdo del nacimiento de Cristo se llama oportunidad, otra más para los que aún pisamos la tierra. Oportunidad de meter “cosas” geniales en el petate que deberemos enseñar; lo peor que nos podría pasar es que pese poco o esté lleno de porquerías, que por cierto parece que nos encantan.

Mirad, no es tan complicado… (¡Jopé que no!):

Hoy, cuando vayamos a decir algo, pensemos si vamos a hacer “daño” a alguien o si es una crítica (lo de siempre), pues… justo, te pica la espalda.

Por la tarde, sonreír cuando se te acerquen por si “las moscas”, así todo irá mejor.

Por la noche, rezar por los que ese día se han ido del planeta (tropecientos); ellos pedirán a la Virgen por ti. ¡Fijaros qué Gracia!!!

De madrugada, si no puedes dormir por tristezas o dolores, habla con Dios y se lo ofreces por tu remisión. Pagar por adelantado tu miseria, es uno de los mejores regalos de Dios (no sabes de lo que te libras). El “quid pro quo” es genial.  

Y así, cada día una cosa nueva hasta ser “nuevos” en verdad (a ver si nos da tiempo). Sé que lo tenemos mega-difícil porque vivimos en “la calle”, no en conventos, pero el esfuerzo, Dios lo apunta.

Emma Díez Lobo



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