¿Os habéis dado
cuenta de la cantidad de personas que se van de la tierra tan fácilmente? Es alucinante.
El hecho más grandioso del hombre es morir y se ha vuelto tan “normal”, que me
da miedo.
Pienso… Morir y
después un “para siempre”… Incomprensible. Y se acabaron las croquetas, la "siestorra", el pijama de franela… Hablar y escribir sobre la muerte, bien que lo
hacemos pero darnos cuenta es otro cantar; es como saberte pasajero del avión
que se va a estrellar y lo sabes. Es que no me entra en la cabeza y mucho menos
lo de “después”, me parece bestial.
Venimos al mundo
“acompañados” de los que te esperan y vives como si nunca te fueras a ir, pero
resulta que un día emprendes “el viaje” y te vas más solo que la una… ¡Ufff!
A veces miro fotos
muy antiguas y me digo… Todos muertos, y yo aún aquí hasta que me convierta en
fotografía ¡Vaya por Dios!, aunque sé que la vejez y con ella por ser aliada de
la muerte, todo será más fácil si antes no te atrapa el maldito virus.
Dios conoce sobremanera
nuestros miedos, así pues pidámosLe Gracia para no asustarnos y Gracia para
tener muchísimas ganas de llegar a Él, cuando llegue el momento.
Esto último si lo
conseguimos es lo mejor, así nuestra última sonrisa infundirá a los seres
queridos la Fe necesaria para no entristecerse por sabernos en un lugar de
sublime esperanza de ver a Dios. ¡Que recen por favor y pasen Puertas Santas
por nosotros!
14 Enero 2021
Emma Díez Lobo
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