Quizás nunca como hoy el hombre busca a Dios dentro de sí mismo, es decir a un Dios que le hable, le sostenga, le parta la Palabra incluso que respire con él... el Dios vivo que buscaba el salmista:
“Como suspira la cierva
tras las corrientes de agua… así mi alma busca al Dios vivo" (Sl 42, 2-3).
Creo que esta sed del salmista por encontrar a Dios - Vivo- caracteriza a los
que podríamos llamar: los buscadores de Dios de hoy.
Él es la respuesta... por eso le buscan.
comunidadmariamadreapostoles.com
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