Nos hacemos eco del
lamento de Pablo ante la seducción del mundo: "Soy de carne, vendido al
poder del pecado" (Rm 7,14) lamento que da paso a la acción de gracias a
Jesús su Redentor.
Este testimonio de
Pablo, me trae a la mente unas reflexiones de Benedicto XVI antes de ser
elegido Papa. Alargando su mirada dijo proféticamente que no pocos sacerdotes
reducirían su pastoreo a gestiones sociales y poco más. Podemos añadir que
están a gusto en el mundo de la sociología, medios de comunicación etc.…
reduciendo su misión pastoral al mínimo. Igualmente decir que al menos en parte
han sido seducidos por tener un sitio en el desierto de la Gloria del mundo...
vendido a un gran sector de la sociedad que les aplaude, se venden, diría
Pablo, a él. Sin embargo vuelvo a Benedicto XVI,... "todo parecerá perdido
pero la Iglesia renacerá gracias a un rebaño insignificante... quizás el
pequeño rebaño mencionado por Jesús” (Lc 12,32).
Sí, cierto y está sucediendo.
Silenciosamente este pequeño rebaño está asombrando a muchos. Es pequeño pero
su Luz es potentísima porque es la Luz del Hijo de Dios (Jn 8,12). Este pequeño
rebaño de sacerdotes y seglares, aparentemente unos ilusos, asombran al mundo,
que muy a su pesar constata que es posible ya en esta vida vivir una Pasión
Inmortal que desafía y reduce a despojos todo lo que hoy tenemos y mañana se
diluye justamente porque no es inmortal.
Ante su sociedad el pequeño rebaño proclama
con su vida y su libertad que viven la ¡¡Pasión Inmortal por el Evangelio de
Jesús!! y la misma Pasión Inmortal por anunciarlo …. "a tiempo y a
destiempo" (2 Tm 4,2). No dan lecciones a nadie... saben que Jesús les
envía como siervos al servicio de los hombres... no necesitan sus aplausos...
La Pasión Inmortal que su Señor les ha regalado... es más... mucha más que
suficiente.
P. Antonio Pavía
https://comunidadmariama.blogspot.com/
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