Madre mía lo que dice el Papa emérito y lo peor es que tiene razón. Dice que esta crisis cristiana irá a más hasta llegar el día en que solo queden unos pocos mirando a Dios, sí, al que vino a la tierra hecho Hombre.
Serán tan pocos que
vivirán como hace 2000 años, les llama cristianos de catacumba; y me ha
entrado un miedo... Estaba pensando en mi garaje, camuflada detrás de los
coches con el pelo “colorao”, anillo en la nariz y móvil en mano esperando el
mensaje de un sacerdote para reunirnos...
¡Qué horror, qué
situación más arcaica! Pero es que todo vuelve y esta generación “progre” no se
entera, mucho menos las futuras que no sabrán ni quién es Cristo, porque no
habrá Dios sino dioses de “verde papel” sin alma ni trascendencia.
¿Esto es normal???
Pues será... Hasta que Dios se harte del todo y se acabaron las tonterías.
Yo no sé si lo
viviré pero mis hijos seguro, y lo malo es que no puedo hacer nada, porque
escucharme, poquito.
Pues tenemos que
hacer un plan antes de que nos arrinconen más, que ya lo noto hasta en la
Iglesia donde voy que “les molesta” que me arrodille y, me han dicho que no lo
haga...
Las “modernidades”
son imparables, con un coste de fervor y recogimiento a Lo Consagrado que duele
en el alma. No acabo de entender... Y es curioso que para adorar al Santísimo pongan
reclinatorios pero para recibir a Dios,
te los quiten... ¡Alucinante!
Y ahí estoy, buscando Iglesia y dando la razón a
Benedicto XVI.
Emma Díez Lobo
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