San León Magno
en su Comentario a las Bienaventuranzas dice sobre la cuarta:
"Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia...", que el
sustantivo justicia tiene su verbo correspondiente que es ajustar. En este
contexto, comenta que Jesús llama Bienaventurados a los que tienen el vehemente
deseo -hambre y sed- de ajustarse a Dios... alcanzar la comunión con Él. Es una
comunión que es fruto de participar de su Fuerza y de su Gloria.
El Salmo 63
contiene una confesión de fe de David bellísima. Está lejos de Jerusalén pues
Saúl busca su muerte y se le parte el alma al recordar el Culto y la Liturgia
del Templo Santo. Era tan palpable la Fuerza y la Gloria que emanaba de la
Presencia de Dios que David se sentía revestido de ellas... hasta el punto de
proclamar... "Tu gracia vale más que la vida".
Con esta
proclamación está anunciando esta Buena Noticia de Jesús: "El que pierda
su vida por mí y por el Evangelio la salvará" (Mc 8, 35). Recordemos a
este respecto que Pablo no llama al Evangelio: "El Evangelio de la Gracia
de Dios", que sí, que vale más que la vida, como profetizó el rey David.
Es el Evangelio el que nos ajusta a Jesús el Señor.
P. Antonio Pavía
http://comunidadmariama.blogspot.com/
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