Dirigimos nuestra mirada hacia María Magdalena, icono de los que buscan a
Dios con todo su corazón, con toda su alma, con todas sus fuerzas y hasta con
lágrimas, como ella. Esta mujer guarda en su corazón está Palabra de Jesús: ¡Resucitaré!
Ha visto morir a Jesús, también su entierro, pero su corazón le dice que está
vivo.
Movida por la Fuerza de la Palabra guardada se dirige antes del amanecer
hacia el sepulcro, desafiando todo peligro, pues los salteadores se apostaban
junto a las murallas para asaltar a los caminantes. María sabe esto, pero su
hambre por encontrar a Aquel que dijo: "Yo soy el Camino, la Verdad y la
Vida" (Jn 14,6) fue más fuerte que sus miedos; todos los buscadores de Dios
son así de " imprudentes ".
Su búsqueda nos recuerda a la esposa del Cantar de los Cantares: "
...Por las noches busqué al amor de mi alma y no lo hallé...me levantaré y
recorreré la ciudad…Dije a los centinelas de las murallas: ¿Habéis visto al amor
de mi alma? Apenas los dejé atrás, encontré al amor de mi alma, le abracé y no
le soltaré." (Ct 3,1-4).
Así es como se busca a Dios: Con todo nuestro corazón, alma y fuerzas. Así
es como se le encuentra, como María Magdalena..." La Imprudente Enamorada
de Dios"
P. Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles.com
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