Una de las
mayores aportaciones de Pablo a nuestra espiritualidad como discípulos de
Jesús, fue y es descubrir que su amor hacia Él no se apoyaba en pasos que dio
en su búsqueda sino en que aun siendo como era, soberbio, idolatra por adorar
su propia gloria, violento...etc., fue Jesús el que le amó y salió a su
encuentro.
"
Me amó y se entregó por mí..." La prepotencia de Pablo, madre de todos los
vacíos del corazón, fue vencida por el Amor que está a años luz de nuestra
capacidad de amar. Testigo privilegiado de este Amor, Pablo nos deja auténticas
piedras preciosas como por ejemplo esta: " La prueba de que Dios nos ama
es que siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros (Rm
5,8) Pablo no está disertando desde una cátedra; está abriéndonos su alma
herida por un Amor hasta entonces desconocido.
comunidadmariamadreapostoles.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario