En esta Semana Santa haremos, si
Dios quiere, una trilogía sobre "los Anawin de Dios".
Conozcamos su origen. Cuando Nabucodonosor invadió Judea en el año 586 A.C.
llevó cautivos a los judíos a Babilonia. Con el paso de los años sus
captores vieron que los israelitas eran un pueblo muy especial: sabían
organizarse, aprovechar bien sus recursos, muy emprendedores...etc.
Comprendieron entonces
que más les valía tenerlos como colaboradores que como siervos. Les propusieron
pues ser ciudadanos del país con todos los derechos para organizarse, comprar, vender,
emprender negocios...etc. Solo les impusieron una condición: Renunciar a Yahvé
su Dios y acogerse a los dioses babilónicos.
El noventa por cien de los
israelitas apostataron, tan solo el 10 por ciento restante se mantuvo fiel a Yahvé;
prefirieron vivir bajo la protección del Dios vivo que bajo la de los dioses
muertos inventados por los hombres.
Los que permanecieron fieles
recibieron el nombre de "Los Anawin”, los pobres de Dios. Pobres de espíritu
los llamó y sigue llamando Jesús (Mt 5,3).
Es fácil imaginar que los primeros
Anawin recibieron más insultos y desprecios por parte de los israelitas
apóstatas que de los naturales del país.
Seguimos el Miércoles Santo.
P. Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles.com
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