El próximo sábado, 22 de abril, se celebra el Día Internacional de la Tierra. Con este motivo, la Comisión Diocesana de Ecología Integral presenta su Plan Diocesano de Acciones Laudato Si’. Me alegra presentar este documento que nace con la vocación de ayudarnos a transformar los estilos de vida dentro de las parroquias y de las comunidades eclesiales de la archidiócesis de Madrid. Ante todo, queremos avanzar de la mano del Evangelio y cultivar una cultura en defensa de la vida humana en toda su extensión y de la custodia de la creación, como nos pide explícitamente el Papa Francisco en la encíclica Laudato si.
Somos peregrinos en la tierra y estamos llamados a disfrutar del jardín de la
creación. Tenemos el deber de obedecer el mandato de Dios, ya enunciado en el
libro del Génesis: el Creador nos otorga el poder a título de administradores
—no de propietarios— sobre buena parte de la naturaleza. Tenemos que cuidarla
con primor y gestionarla en favor del ser humano, sin olvidarnos de los más
pobres. El Papa Francisco nos recordaba en su encíclica que todo está
interconectado y forma una red vital. A ella queremos servir, recuperando una
cultura del cuidado y del encuentro que nos ayude a descubrir un nuevo
paradigma de convivencia que ponga a la persona en el centro en armonía con
todo lo creado.
Desde la Iglesia de Madrid queremos fomentar particularmente la cultura del
«cuidado de la vida». Ello reclama una sincera conversión del corazón, también
a la dimensión ecológica integral. Solo así se asegurará la calidad de vida de
todos los seres humanos y podremos desplegar una actividad sostenible y
responsable que permita reducir drásticamente los efectos del cambio climático.
También minimizaremos los efectos devastadores de una actividad productiva
depredadora que genera múltiples descartes. Nuestra «calidad de vida» no puede
basarse en el deterioro o destrucción de la vida de los demás, especialmente de
las personas más vulnerables y descartadas de nuestra sociedad.
El Plan de Acciones Laudato Sí’ (PALS) que se presentará quiere ser una humilde
contribución al deseo del Papa, expresado a través del dicasterio dedicado a
esta cuestión. La archidiócesis de Madrid, avanzada en dar respuesta a los
desafíos planteados desde su Comisión Diocesana de Ecología Integral, propone
unas líneas de actuación pastoral que pueden ayudarnos a gestionar de forma más
sostenible la vida comunitaria e individual dentro del ámbito de nuestras
parroquias, comunidades y hogares. Tienen un contenido fundamentalmente
educativo, porque, como me gusta insistir, solo enseñando a cambiar la mirada
de las nuevas generaciones podremos respetar el don de la creación.
Finalmente, estamos llamados a ejercer la fraternidad universal desde una
ciudadanía responsable y solidaria que nos permita caminar juntos hacia una paz
duradera entre nosotros, con Dios y con la hermana naturaleza. Solo así
acabaremos siendo verdaderos «custodios de la Vida».
Os invito a la lectura y puesta en práctica del plan completo. Será una forma
de que nuestra Iglesia local muestre a la sociedad la coherencia de nuestro
compromiso evangélico. En efecto, porque así lo quiere Dios, apostamos por
aunar el cuidado de nuestra casa común, el cuidado de la vida y de las
condiciones en que viven las personas que más sufren.
Con gran afecto, os bendice,
+ Carlos Osoro Sierra
Cardenal arzobispo de Madrid
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