No es tan simple. Yo puedo decir que
Jesús está a tu lado y… ¿Dónde? ¡Qué fácil es decirlo, qué fácil, Dios mío!
¿Cuánta soledad, verdad? Todos pensamos
que “estamos solos” cuando no vemos a nadie cerca, cuando los seres queridos se
“han ido” o alguien te abandona. Por millones de razones casi siempre “estamos
solos”…
¿Es verdad? Sí y no. De acuerdo: No
tienes físicamente a nadie a tu lado “real”, no sientes calor humano, no
hablas, lloras y en tu cuarto o en el banco del parque estás “solo”. Pero…
Existe
una realidad visible a tu razón de alma. ¿La viste alguna vez? Jamás, ni su color ni su tamaño, pero
sabes que existe. Esa es la causa de tu existencia: UN ALMA ÚNICO, elegido para
volver a quien la creó. No eres casual y ¿sabes por qué?
Porque ahí donde te encuentras, está Dios.
Te lo dijo antes de morir, lo que sucede es que te olvidas. Te lo recuerdo: “Estaré
contigo hasta el final de los tiempos”. ¿Necesitas verLe? Yo creo que
no, con que te escuche (que es lo que el mundo no suele hacer), tienes lo que
deseas.
¿Cuántas veces estamos alegres y nos
encontramos “solos”?... Pues en las adversidades, no seamos diferentes y
hablemos hasta reventar, con Dios.
Verdad, paciencia, control de ti y
sabrás que no siempre necesitamos ojos
para ver sino alma para saber. Él está, Él acoge tus lágrimas. ¿Sufres tú
por Él? Egoísmos a un lado y pensemos que más triste que tú “vive” Él, porque
dudas de su existencia contigo en la tierra.
Piensa un poco en Él… ¡Qué importa que
no sea visible si los ojos pueden tener cataratas!
Emma
Díez Lobo
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