Estamos
bautizados como Jesús, tenemos el Espíritu Santo como Jesús y nos queda
Evangelizar como Jesús… Y aunque no seamos Jesús con la Sabiduría de Dios, en
nuestra medida, debemos hacerlo.
Guía
no nos falta, fuerza tampoco y el entendimiento, Dios nos lo da en su Iglesia. ¿Nos
cuesta “plata”? no, ¿nos da alergia? no, ¿es cansado? no, ¿nos quita el sueño?
no, y así podría rellenar un montón de folios a favor del discipulado.
¿Cosas
en contra? ¡Claro! Como a Él le pasó, ¿Os acordáis cuando los sacerdotes Le
quisieron tirar por el barranco?, pues se marchó tan pancho pasando en medio de
ellos. Seguir sus pasos es lo que tiene, atrae a Satán y su envidia, aparte de
que el tema le chifla y le repugna. Jesús lo dijo: “Seréis perseguidos y rechazados
por mi causa”. Total, que todo
el día detrás…
¡Pues
anda que me asusta éste “chorizo con patas”! Ni soñando lo consigue, porque da
la bendita “casualidad” de que no estamos solos, tenemos a Dios con nosotros
¡DIOS!, y contra Él, nada puede. A mí me da igual, que ande por donde quiera y
como quiera ¡Ya ves como tiemblo!
Ni
tiemblo, ni “na”, eso quisiera, pero no dejo de ver cómo atrapa mentes alejadas
del Hijo de Dios. Lo vemos todos los días en ciertos políticos afiliados al
odio; en la calle (pasotas de Dios, amigos de “la plata”); en el terror y
maldad de pensamientos “nada religiosos”; en la muerte diaria de inocentes…
Recemos
por ellos y nosotros los bautizados como Él, para repetir después las palabras
de Santa Teresa: “Con Dios nada me falta, sólo Dios basta”.
Emma Díez Lobo
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