Y puedo confirmar que así es. A mí me
buscó, como a todos, pero yo NO Le di la espalda. Claro queeeeeee… no estoy
entre sus santos -la evidencia canta- y me pregunto por qué no puedo ser santa…
Soy masa grissssss.
- ¡No pienses eso!, Yo he buscado personas y
las he hecho Santas por sus sacrificios, tormentos, fe, amor y… Tú no lo
habrías soportado… Para ti, tengo otra historia.
- Pero Tú les diste la fuerza…
- Ellos fueron libres de aceptar o no a
pesar de la fuerza que les di. Tú habrías claudicado… No, no tendrás estigmas
ni se te aparecerá nadie, ni estarás en una urna a la vista… Pero te busqué y
te miré.
- ¡Ya! de reojo…
- Pues de reojo… Si lo entiendes verás
que “tu trabajo” es llevadero, sencillo y te ríes muchas veces…
- Vaaaaaale, me conformo con “el reojo”,
pero qué suertaza tienen algunos…
- ¡Qué no lo habrías aguantado!, ¿es que no
escuchas? De acuerdo, van directos al cielo, pero observa lo que hago
contigo.
- La verdad es que no sé para que hablo
porque no me parezco en nada ni a Soubirous, ni a Labouré, ni a Alacoque… ¡Menudo desastre!
- Si, lo eres pero ¡obsérvate! (está sorda).
-
(Yo a lo mío)… O sea, que ya me puedo dar con un canto en los dientes…
- ¡Y dale!… (¡Los Santos no son tan peñazo!)
- ¡Qué Te oigo!
Emma
Díez Lobo
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