miércoles, 23 de mayo de 2018

Mis hijos no son míos


                                                                            

Mío no hay nada, todo es de Dios para el mundo y para Él.  El regreso al Hogar después de pasar por la tierra, sólo depende de que ellos quieran volver, les dio ticket y mapa de vuelta. El “cuadro” está en que la mayoría pierde el ticket porque le da la gana… No hay interés en recuperarlo.  

Al tema: ¿Qué es un hombre biológicamente hablando respecto al hijo? Pues un furgón que trae el Preciado paquete a una u otra dirección. Y ¿ella?, ella es la dirección donde el furgón habrá de dejar el Preciado paquete de Dios.

¿Lo echarás a la basura?, ¿eliminarás lo que no es tuyo? ¡Quiénes somos sino la “dirección” propuesta por Dios!!! A nadie de éste mundo corresponde la elección de dejarle crecer y vivir. ¿Qué dirás al Creador de ese nonato asesinado cuando te enfrentes a Él? Ya sé: Que te violaron, que te complicaba la vida, que no podías… No tienes excusa digas lo que digas porque NO ES TUYO.  
Ni míos, ni tuyos ni de ningún humano. El hombre no crea almas sino su “envoltorio” que se destruirá. Dios le dará otra carne, no hay problema. 

El problema está en tu ignorancia, egoísmo, tu libre albedrío. No eres justa aunque te lo permita la Ley. La Ley no es Justicia, no van de la mano aunque a veces coincida. Podemos ser justos sin Ley e injustos aplicando la Ley. 
  
Enseñemos el Alma de Dios puesta en nuestros hijos y ellos vivirán.

Enseñemos a ser justos y las leyes y los juicios sobrarán…   

 Emma Diez Lobo

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