Mío
no hay nada, todo es de Dios para el mundo y para Él. El regreso al Hogar después de pasar por la
tierra, sólo depende de que ellos quieran volver, les dio ticket y mapa de
vuelta. El “cuadro” está en que la mayoría pierde el ticket porque le da la
gana… No hay interés en recuperarlo.
Al tema: ¿Qué es un hombre biológicamente
hablando respecto al hijo? Pues un furgón que trae el Preciado paquete a una u
otra dirección. Y ¿ella?, ella es la dirección donde el furgón habrá de dejar
el Preciado paquete de Dios.
¿Lo echarás a la basura?, ¿eliminarás lo
que no es tuyo? ¡Quiénes somos sino la “dirección” propuesta por Dios!!! A nadie de éste mundo corresponde la
elección de dejarle crecer y vivir. ¿Qué dirás al Creador de ese nonato
asesinado cuando te enfrentes a Él? Ya sé: Que te violaron, que te complicaba
la vida, que no podías… No tienes excusa digas lo que digas porque NO ES TUYO.
Ni míos, ni tuyos ni de ningún humano. El hombre no crea almas sino su “envoltorio”
que se destruirá. Dios le dará otra
carne, no hay problema.
El problema está en tu ignorancia,
egoísmo, tu libre albedrío. No eres justa aunque te lo permita la Ley. La Ley
no es Justicia, no van de la mano aunque a veces coincida. Podemos ser justos
sin Ley e injustos aplicando la Ley.
Enseñemos el Alma de Dios puesta en
nuestros hijos y ellos vivirán.
Enseñemos a ser justos y las leyes y
los juicios sobrarán…
Emma Diez Lobo
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