Somos la parte más importante de la estructura de su Reino y
fíjate lo esencial que eres, que sin ti, el cielo está medio vacío. Ya sé que
hay Seres Extraordinarios que entraron directos en el cielo (estaban esperando)
y no hace mucho -unos pocos siglos antes de que en España hubiera reinos-, pero
amigo, Él NO vino por ellos, vino por ti.
Y no hubo otra razón para venir sino
tú, porque tú eres único y muy especial.
¡Claro!
que si no quieres estar en su Reino y Le das la espalda… Para Él será una
segunda crucifixión: La primera, Morir
por ti; la segunda, qué fue inútil para ti, pero jamás te obligará a
compartirlo.
Eres
libre como el viento ¡faltaría más! Pero mira lo que pierdes y lo que ganas ¡Crucial!
Si
pasas de su Palabra, irás a “la izquierda”… Demonios, odios anormales, fuegos
de mil grados, torturas y asquerosidades múltiples… eteeeeeernamente.
No me lo invento, lo dijo Él: “…Y pondré los cabritos a la izquierda…”
(Mt. 25:33).
Si
acoges su Palabra, irás a “la derecha”… Amor, alegría, conocimiento, campos indescriptibles…
eteeeeeernamente. No me lo invento,
lo dijo Él: “…Y pondré las ovejas a mi derecha…” (Mt. 25:33).
¡Chicos!
La cosa es muy pero que muy seria y tenemos sólo un tiempo para elegir.
Ante
nuestra miseria (léete en el Evangelio lo gran pecador que eres), pidamos perdón
en confesión y Comulguemos. Pero si tú creyeras otra cosa, está claro que Jesús
no mereció morir por ti.
¡Piénsate
muy bien que vas a hacer! Y no olvides que sólo vino a por ti.
Emma Díez Lobo
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