viernes, 15 de junio de 2018

Soy buena persona


                            

Ya y yo santa Teresa… ¡Pero bueno!, ¿es que no te das cuenta de que puedes ser de los peores?

Primero: Porque te crees impoluto, sin mancha.

Segundo: Porque no te interesa el Evangelio de Jesús para vivir.

Tercero: Porque no pides perdón a Dios en confesión ¡Claro!, eres buena persona y piensas de “otra manera”. Los Santos no salían de sus confesiones diarias (el Papa se confiesa siempre).

Cuarto: Porque te convences de tus propias ideas, que no son las de Cristo.

Quinto: Porque sin la Eucaristía difícilmente tendrás la fuerza del arrepentimiento, evidente, como a ti no te hace falta…

Sexto: Porque pasas de la miseria ajena y dolor del mundo; pues a ojos de Dios, cuando el bueno “se oculta”, es peor que un malo arrepentido.

Sétimo: Porque pisas la Iglesia cuando te parece o en actos de obligada presencia… Te conviertes en un fariseo más. Lc 18:9-17; 7:36-50 y Mt 23

Octavo: Porqué… ¿Rezas por los malos? Ya me lo temía, genial, después pasa lo que pasa… Jesús imploró por ellos ¡hazlo tú!

Noveno: Crees reconciliarte con Dios “en directo”… No te engañes, Dios así, no te perdona.

Décimo: Porque alabas imágenes sin importarte lo que te quieren decir.     
Seguiría contando innumerables faltas, culpas y manchas que todos tenemos, pero a diferencia de ti, pedimos perdón.  
  
En fin, “buena persona”, deja de decir tonterías y vete a confesar porque lo tienes fatal, fatal. ¿Sabes que un montonazo de pecados leves hace uno mortal? Pues ya lo sabes y si no reaccionas, no sé cómo eres capaz de pensar en salvación.

Estás a tiempo, pero date prisa no sea que te caiga un árbol encima y… 

Está Escrito ese lugar ¡Cuidado!   

Emma Díez Lobo
  

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