Abro el libro y sales a mi encuentro con Palabras que son puentes que tú construyes entre tú y yo.
Cada uno de ellos, un puente distinto que me lleva de ti a mí. De mi a tu eternidad.
Cada palabra es un puente que, una vez cruzado, abre mi vida al otro lado, donde estás Tú.
Allí se despliega un paisaje nuevo, brillantes, insólito, cálido.
Un lugar que rompe las barreras de mi mundo limitado por los sentidos y, donde mi alma encuentra su hogar.
Ahora vuelvo desde esos puentes, tus palabras, a mi mundo, al de aquí.
Lo recuerdo y espero de nuevo el momento en que Tú me invites de nuevo a cruzar otro puente hasta allí.
Intuyo que así, Tú me enseñas en esos encuentros, cómo es la Vida Eterna.
(Olga Alonso)
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