domingo, 28 de marzo de 2021

Basura en la calle

 

                                                           

Paseaba por la calle y vi un conteiner de mudanzas; sacaban muebles y más muebles que ubicaban en la calle  junto a la acera, pero un montón de basura, inexplicable, se mezclada con los enseres de valor.

No comprendía nada... Veía como hierros oxidados y comida putrefacta se aleaban con lacas chinas y mármoles de carrara; di vueltas al enjambre de riqueza y miseria cuando uno de la mudanza me invitó a que me apartara...   

- ¿Van a tirar todo eso?  Dije al hombre de azul inmerso en su trabajo.

- Ni se le ocurra tocar nada, nos han dicho que se destruya...

- ¡No!, si se limpia y restaura, yo  lo podría aprovechar, a mí no me importa el estado. 

No hubo respuesta... Un hombre que pasaba por allí, me cogió del brazo y me alejó unos metros diciéndome que no había nada que mereciera la pena, que me fuera con él a tomar un café y divertirnos que era mucho más productivo que limpiar cosas de valor...    

Cuando desperté, una imagen me vino a la mente, aquellos muebles en el arcén simplemente eran mi vida, la del mundo, plena de bondades e inmundicias juntas y  que  algunos prefieren arrancar “espiga y maleza” sin dar oportunidad a la espiga. Yo no estaba dispuesta y quería limpiar mi conciencia; pero uno me lo impedía y otro me embaucaba apartándome...  Ése era Legión.   

La aleada basura desapareció en un camión de recogida camino al vertedero...  Y yo detrás...   

 Emma Díez Lobo

 

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