Y tanto… Me envían,
os envío, me dicen, os digo, me pasan os paso y así transcurren los días “whatsupp
en mano”, dedicando minuto tras a minuto a las “cosas” del alma, de Dios, de lo
eterno, del bien; aunque el mundo, cuando levantas los ojos, nada tiene que ver
con tanta belleza.
Nos animamos unos a
otros cada mañana pero ¡Qué pena!, solo circula entre nosotros, entre los
mismos; no lo puedes transmitir a todos los de tu lista. El “rebaño” no aumenta
y los pastos fuera de la cerca han sido ocupados por los “modernos”, los incrédulos.
Somos ovejas con una
lana que ya no luce lozana, tampoco hay “Sanedrines” que nos interroguen, ni “mesas”
que volcar a pie de los templos... -Y si los hubiera, ya nos habrían fulminado-.
¡Hay que buscar
solución! Pero ¿cómo?, no podemos hacer milagros, sacar demonios, ni regalar
una Biblia... Son tiempos de muerte y nuestras voces no salen del círculo, no
llegan...
- Si llega o no
llega, me corresponde a Mí. Vuestra labor, después de Mí, no es tirar mesas ni
sacar demonios para que os escuchen; vuestra labor es alertar “cruzando
continentes”; vuestra labor es apoyar a los que luchan por los cristianos; vuestra
labor es rezar por los que pueden morir sin Mi y, más importante, vuestra labor
es SALVAR VUESTRAS ALMAS. Yo las construí ¡Volved a casa!
Y yo creía que todo era inútil…
Emma Diez Lobo
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