lunes, 7 de junio de 2021

Pedro y nosotros

 

                                                    

Pobre hombre, tres veces Jesús le preguntó y tres veces contestó que sí. Pedro amaba en verdad a Jesús pero no Le entendía...

Y nosotros tampoco, ni a la primera ni a la tercera... Jesús quiere ser amado pero no como Hombre bueno que vino a la tierra haciendo milagros, sino como Camino a seguir según sus Palabras, que no tiene mucho que ver.

Y después dice a Pedro: “Apacienta mis ovejas”, por fin se enteró y, ahí estamos tú y yo con él a la cabeza, siguiendo el cartel (único en el mundo) que dice: “¿Al cielo?, sigue la flecha”....       

Amar y seguir a Jesús es como ser “santo”, es llevar por bandera la caridad, el bien decir, la lucha por olvidarse de uno mismo hasta el punto de saber que amas a Dios. Sí, es como vivir entre la tierra y el cielo.

El “SÍGUEME” de Jesús es posible, cada uno desde su medida, que no es portar símbolos cristianos si no estás dispuesto a cumplir. Esto no es seguir a Jesús. Habréis visto en Tv la imagen de María en paredes de habitaciones de sicarios, la cruz tatuada en brazos ejecutores y cruces colgando en gente antireligiosa... Una clara mofa de Dios.  

Imitemos a Pedro porque al final, sí o sí, seremos preguntados y ojalá podamos demostrar que seguimos la famosa flecha y no la otra que ponía a “las Vegas”.  

Es fácil decir “TE QUIERO” a Dios desde “cualquier otra ciudad” que no sea la suya... ¡Así nos va!      

Emma Díez Lobo

  

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