Se acercó
a Jesús y le tocó el Manto
Entendemos
mejor este pasaje adelantando que en Israel la sangre simboliza la vida.
Vamos
adelante. Una mujer sufre hemorragias profundas; ha gastado sus bienes a
fin de curarse pero va de mal en peor. En esta situación límite, oye hablar de
Jesús y va a su encuentro, da con Él y lo que nos dice Marcos nos sobrecoge: se
le acerca por detrás toca su manto y se cura instantáneamente. ¿Milagrazo?
¡Mucho más que eso!
Esta
mujer representa al verdadero buscador de Dios. En la Escritura tocar el manto
de alguien es atraer su alma hacia la suya. Al tocar el manto de Jesús atrajo
hacia sus entrañas su Espíritu presente en su Evangelio... y esto es lo que
esta mujer buscaba de Él. No fue a su encuentro por satisfacer una
curiosidad ni por sensacionalismo o algo espectacular. Va buscando el
Alma de su alma… pues su ausencia la deja huérfana de Vida. Bien sabía lo que
quería de Jesús: la Vida que toda su fortuna no pudo comprar y que Jesús se la
dio gratis.
Bien
podía ella escribir lo mismo que Juan: "En el principio existía la
Palabra, la Palabra estaba con Dios... en ella estaba la Vida" (Jn 1, 1…).
P.
Antonio Pavía
https://comunidadmariama.blogspot.com/
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