domingo, 29 de mayo de 2022

¡A prepararse!

 


La verdad es que por mucho que nos digan, leamos o imaginemos, nos da un “yuyu” importante irnos de aquí, y mirad que cada día se van tropecientos mil ¡Qué fácil morir!

Me viene “el cuadro” de ese día: Un cuarto a media luz, un velorio a mi derecha y familia compungida a través del cristal que nos separa.   

¡Qué no!, que no estoy ahí, que estamos pululando alrededor deseando sepan que estamos vivos. Pero ¡Ni caso! Y es que nadie nos puede ver con ojos humanos pero nuestros sentidos se han vuelto extraordinarios.      

Por un tiempo corto, creo, andaremos por aquí y “después” ¡Al juicio particular!, que por cierto si aquí nos dan pavor los tribunales...   

- Que no mujer, que la cosa no es así, nadie nos juzga excepto nosotros mismos ante “La blancura impoluta del cielo”. Entonces “piti piti” nos vamos al purgatorio donde solo las oraciones de la tierra nos limpiarán. Así que ya puedes ir ganando Indulgencias o enseñas a rezar por ti, porque si no... ¡Ufff!

Pues el que no vaya a misa que empiece que las penas del pecado perdonado, son cuasi eternas. Un Capuchino, fallecido y aparecido al Padre Pío, dijo que 1 día terrestre era como “mil” en el purgatorio -le pedía una misa y San Pío tardó 1 día en celebrarla y ¡Claro!, el amigo Capuchino se enfadó ¡Jesús!!!-.    

Puertas Santas, Rosarios, misas y nos libraremos de algunos “millones” de años por cumplir...

¡Preparémonos que la cosa es seria a reventar!!!

 

Emma Diez Lobo   

          

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