Leemos con el
corazón estos versículos del Salmo 77 que rememoran catequéticamente el paso de
Israel por el mar Rojo: "Te vio el mar oh Dios, te vio el mar y tembló,
las olas se estremecieron. Tú te abriste un camino por las aguas, un vado por
las aguas caudalosas...” Las aguas caudalosas, su poder destructor, simbolizan
la muerte en la Escritura y esto es lo que le espera a Israel cuando perseguido
por Egipto se topa con el Mar Rojo; entonces Dios abrió un camino en el seno de
las aguas letales para que Israel pudiese atravesarlas incólume.
Este milagro
portentoso es una profecía bellísima acerca de la Resurrección de Jesús.
Sabemos que después de su muerte fue sepultado y al tercer día, así como el mar
Rojo se abrió para que Israel caminase hacia la libertad, también la muerte que
tenía aprisionado en su seno al Hijo de Dios, tuvo que abrirse para darle paso
en su Resurrección. Al resucitar, Jesús abrió para todo hombre un camino de
Vida en el imperio déspota de la muerte.!!
Bienaventurado
todo aquel que haga suyas estás palabras del Señor Jesús: " Yo soy el
Camino, la Verdad y la Vida" (Jn 14,6) Si, bienaventurado porque El Señor
no defraudará la confianza que depositó en El, en su Santo Evangelio.
P. Antonio Pavía
https://comunidadmariama.blogspot.com/
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