Da la impresión de que
nuestro primer mundo tan orgulloso de " tocar el cielo" ha quedado
sumido en un "valle de tinieblas y sombras" (Lc 1,79) a causa de un
virus casi microscópico. Lo de tocar el cielo fue la pretensión de los
constructores de la Torre de Babel para quienes no había otro dios que ellos
mismos y que el Otro, el supuesto Dios no tenía que inmiscuirse en su vivir de
cada día. Así pensaban aquellos y una buena parte de nuestra sociedad hasta que
vino el bichito y nos puso a su altura creando miedos y desconciertos.
También es cierto que
está situación ha sacado de a la luz lo mejor de nuestra sociedad. No voy a
citar profesiones ni gremios, seguro que dejaría de nombrar alguno, tengo pues
presentes a todos, quiero no obstante decir que los discípulos de Jesús además
de ayudar en este movimiento de ayuda a los demás tenemos una misión única. Tengo
presente el grito de Isaías a Dios ante el abatimiento de Israel cautivo en Babilonia:
" No hay quien se despierte para asirse a Ti" (Is 64,6) Golpeados contra
su realidad limitada cuando casi habían tocado el cielo…!! Como les gustaría a
muchos que este Dios que ignoraron se hiciese presente en sus vidas y les
liberase de su letargo. Esta es nuestra bellísima misión ante los hombres que
nos rodean y que ya no se ríen ante los chistes wassappianos...
Tenemos que
despertarles cada cual sabrá cómo y decirles que se agarren a Dios porque si
bien es cierto que se olvidaron de Él, Él no se olvida de nadie, ni siquiera de
los que le ignoraron y arrojaron al desván donde se almacena lo inservible.
Antonio Pavía,
Misionero Comboniano
Comunidadmariamadreapostoles.com
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